La política y el mito de Sísifo
Desde que tengo razón uno de mis grandes objetivos fue servir a quienes lo necesitaran. Por mi formación y trabajo me pareció la política la herramienta a través de la cual poder hacerlo, hoy sin embargo me encuentro perplejo tratando de remar contra corriente tal cual lo hiciera Sísifo con la piedra. Es casi imposible luchar contra aquellos que pretenden dominarlo todo para sus intereses no importándoles quien tenga que caer, así estamos, los uruguayos en su mayoría han perdido hasta el interés de elegir a quienes los gobiernan.
Últimamente vemos que a diferencia de los buenos políticos, los de antes, donde la ética, el raciocinio y la justicia estaban por sobre los intereses personales, hoy priman: el llegar primero, el interés personal, el ser visualizado no importando quien queda en el camino, etc. Y lamentablemente quien actúa correctamente, no miente, se maneja con ética, es utilizado como chivo expiatorio, dejado de lado como si fuese bicho raro que puede hacer mal a la manada. Una verdadera injusticia, diametralmente opuesta a los principios utilizados, un modo de hacer política que se utilizara en otro Uruguay, en el de siglo XX, los del siglo XXI distamos mucho de aquellos, con solo pensarlo la vergüenza me estremece.
Por eso a veces estoy tentado en bajar los brazos, uno lucha y lucha contra todo esto, pero lamentablemente todos los días aparecen personajes visionando y protegiendo sus intereses, seguidos por otros que creen que detrás de esos primeros van a obtener lo que aspiran dejando la verdad y la justicia de lado, dejando sin defensa y bajo la cerrazón de la duda sin argumento alguno a quienes sí verdaderamente trabajan por y para el pueblo como servidores públicos que somos.