El 24 de enero se celebra el Día Internacional de la Educación, una fecha proclamada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con el objetivo de concienciar a todo el planeta de la importancia de la educación como pilar del bienestar humano y el desarrollo sostenible. La educación es el mejor recurso renovable, un derecho fundamental para la humanidad, es la base para una sociedad justa, igualitaria y autosuficiente. La educación influye en la felicidad de las personas ya que potencia la confianza, hace que trabajen en lo que les guste y en lo que son buenos, aumentando positivamente la productividad y como consecuencia, el potencial de crecimiento económico. Por eso la educación ayuda a erradicar la pobreza y el hambre, contribuye a mejorar la salud, promueve la igualdad de género y puede reducir la desigualdad. En definitiva hace sociedades mejores.